Artículos didácticos relacionados con los cursos desarrollados por la asociación formativa de entrenadores AFEN
En la escuela de entrenadores AFEN ponemos a tu disposición dos nuevos cursos para que sigas formándote: de análisis táctico y de director deportivo, ambos en la modalidad online
Curso de analista táctico
El primero es ideal para continuar creciendo en un campo que tiene cada vez más recorrido, el del analista táctico. Las características del curso son las siguientes:
-30 horas de vídeo online
-8 bloques de formación
-El reputado software Eric Sports incluido durante 1 año
-Curso eminentemente práctico: te ayudaremos a aprender a grabar y a editar en vídeo así como a crear informes y análisis
Curso de director deportivo
El segundo está indicado para todas aquellas personas que tengan pasión por la organización del ámbito deportivo de un club. La figura de director deportivo siempre está presente en cada entidad, por muy humilde que sea, así que es una buena forma de asegurarte una salida profesional.
Las características del curso son las siguientes de director deportivo son las siguientes:
-7 bloques de formación
– Presentaciones dinámicas de Prezi
-Vídeos y actividades
Inscripción abierta
677393586
info@afentd.com
Hay quien tiene la creencia errónea de que los mejores entrenadores de un club son los que se encargan de los equipos de más edad -cadete, juvenil, sénior- tan solo porque las exigencias competitivas de esas categorías son mayores. Pero, ¿quiénes son los encargados de formar a esas chicas y chicos para que tengan su nivel actual? ¿Quiénes son los que tratan de dotarles de un conocimiento del juego adecuado para que puedan seguir evolucionando? Los entrenadores de fútbol base. Entrenar a niños no es un asunto menor. Veamos algunos factores que debes tener en cuenta.
Son niños, trátales como a niños
A veces cometemos el error de tratar a los niños como adultos con la intención de que maduren antes. Es un error. No intentes forzar. Adapta tus explicaciones, tu manera de hablar, tu comportamiento y tus ejercicios a su edad. No te esfuerces en darles sesudas explicaciones porque te frustrarás si no las comprenden.
El fútbol es un juego
Nunca debemos olvidarlo. Es un juego en el que uno de los objetivos principales es divertirse, más aún si se trata de niños. Esa hora y media de entrenamiento no debe ser un suplicio de exigencias y gritos para ellos, sino 90 minutos de pura diversión. Se les tiene que hacer corto. Enséñales jugando. ¿Te parece difícil? Lo es, por eso debes formarte para entrenar a niños. No todos están preparados.
¿Ganar o aprender?
He aquí una de las preguntas recurrentes de los entrenadores de fútbol base. Quizá el error sea el planteamiento. Aprender ya es ganar para los niños. Lo esencial es que absorban los conceptos básicos y propios de su etapa de desarrollo. Y sí, en este tipo de categorías (prebenjamín, benjamín, alevín) el resultado ha de ser secundario. Lo importante es que ese niño, cuando suba de categoría, disponga de las herramientas necesarias para poder crecer deportivamente. De nada sirve que sepa hacer una cobertura defensiva si no maneja el control y el pase.
La táctica en los niños
Volvemos a lo de antes. Si tratas de enseñar a un niño de 9 años el tercer hombre, lo más normal es que no lo entienda y tú termines frustrándote. Puedes introducir elementos tácticos con juegos pero nunca debes centrar una sesión en la táctica ni meterle horas y horas de pizarra. Recuerda: que se diviertan como niños que son.
Educar
Tal vez el punto más importante. Cuando entrenas a niños, eres educador además de entrenador. Introduce en tus niños normas de respeto, tolerancia y solidaridad. Antes que un jugador, es una persona y tú tienes la responsabilidad de que crezca también en ese ámbito. ¿En tus entrenamientos hay peleas sin cesar pero luego ganas los partidos? Algo estás haciendo mal.
Los entrenadores más importantes
En algunos clubes los mejores entrenadores son los que se encargan de los grupos de menor edad. El motivo es simple: sin un buen tratamiento de los más pequeños, ese club nunca obtendrá buenos resultados en las categorías que consideramos importantes.
Os presentamos un ejercicio de nuestro alumno Juan Carlos Cueto que se compone de un rondo de posesión y la posterior finalización de la jugada Es una tarea indicada para la parte principal de la sesión y está orientada a la categoría juvenil. Ejercicio muy completo en el que se trabaja la amplitud, desmarques de ruptura y apoyo, rápida circulación de balón…


Os presentamos un ejercicio de nuestro alumno Juan Carlos Cueto que está focalizado en el regate y la finalización.
Es una tarea para la parte final de la sesión y está orientada a la categoría cadete, aunque como siempre se puede adaptar. Se trabaja sobre todo el regate pero también el control, el pase y las paredes.


Aunque tal vez has visto en televisión que los técnicos de Primera no están presentes en algunos ejercicios de entrenamiento de sus equipos, no es lo normal en el fútbol base y en las categorías inferiores. Cuando comiences tu carrera como entrenador lo más probable es que tengas que realizar tus propias sesiones de entrenamiento, algo que te ayudará a crecer como profesional además de dotar de una identidad determinada a tu equipo.
¿Qué tienes que tener en cuenta antes de diseñar una sesión de entrenamiento?
A quién va dirigida
No es lo mismo preparar una sesión de entrenamiento para un equipo benjamín que para un juvenil Nacional. Debes tener presente la edad de las chicas o chicos de tu equipo, el nivel que tienen y los objetivos que te han impuesto en el club. Por ejemplo, si tienes un equipo infantil de niños que nunca antes han jugado al fútbol, lo normal es que prepares ejercicios básicos para que aprendan y dejes la competición a un lado. Por el contrario, con un cadete que pelea por ascender de categoría te plantearás otro tipo de sesión.
Material del que dispones
Es un punto importantísimo. ¿Cuántos balones tienes? ¿Tienes conos, petos suficientes para hacer varios equipos, mini porterías, etc.? Tus sesiones irán en consonancia con el material del que dispones. Si estás en un club humilde, deberás estrujar la imaginación para hacer entrenamientos igualmente válidos. Si tienes mucho material entonces sácale todo el partido posible.
Número de jugadores
No diseñes los ejercicios de forma genérica. Ten en cuenta cuántos futbolistas van a asistir a cada entrenamiento y haz que todos estén en continua participación. No olvides tener un plan B por si hay bajas de última hora.
Qué quiero conseguir
En cada sesión de entrenamiento debes tener un objetivo. ¿Quieres que tu equipo mejore su manera de defender? ¿O prefieres que sea más certero a la hora de finalizar? Bien, enfoca los ejercicios a la meta que quieres conseguir y a la manera en la que deseas que juegue tu equipo.
Que no se aburran
Es importante que los jugadores de tu equipo disfruten entrenando. Si para hoy has planeado una sesión muy densa tácticamente, tienes que introducir en los ejercicios elementos que los hagan más atractivos. Por ejemplo, puedes trabajar las basculaciones defensivas en un rey de la pista con premio para el ganador final.
Si no funciona…¡improvisa!
El entrenamiento que tan concienzudamente has preparado quizás no funcione a la hora de la verdad. Los jugadores pueden tener dificultades en la comprensión o ejecución de un determinado ejercicio. En ese momento debes estar listo para improvisar y preparar uno nuevo sobre la marcha que sea útil para el objetivo que te has marcado y en el que los futbolistas se sientan más cómodos.
El secreto está en la práctica
Práctica, práctica y más práctica. Esa es la mejor forma de mejorar en la confección de entrenamientos. No te desesperes si algunos días las sesiones no con como las habías planeado. Lo importante es que sigas intentando mejorar y que seas flexible.
Como has podido comprobar, realizar una sesión de entrenamiento no es sencillo. En nuestras escuelas Afen te enseñaremos técnicas y te aportaremos conocimiento para que tus entrenamientos sean cada vez mejores.
El entrenador del Madrid CFF de la Primera Iberdrola y profesor de AFEN diferencia entre el modelo de juego y la identidad de un entrenador.
¿Qué es el modelo de juego?
Nace de un marco teórico en el que debemos exponer cómo queremos que juegue nuestro equipo. Es un concepto que viene de la escuela portuguesa de la periodización táctica de Vítor Frade. Esta escuela se hizo famosa con los éxitos de José Mourinho aunque ya llevaba vigente desde 1980 aproximadamente. Él pone nombre a este concepto que al final nos permite explicarnos cuál es nuestra idea de juego como entrenadores.
¿Cómo llegamos a identificar lo que queramos?
Hay que diferenciar varios conceptos. Por un lado nuestro modelo de juego va a depender de varios factores: de los jugadores que tenemos, de los objetivos del club, del país en el que estamos… ese modelo va a ser cambiante porque va a depender también de los resultados, de los jugadores que tengo disponibles, etc. Y por otro lado está la identidad que tenemos nosotros como entrenadores y aunque se asemeja al modelo de juego, es algo menos cambiante porque no depende de tantos factores. Esa identidad nos va acompañar a todos los clubes en los que estemos. Y ahí podemos tener más claro qué queremos hacer: si ser más asociativo, si ser más directo…Todo eso tiene que partir de un marco teórico. Tenemos que poner un papel todos los conceptos que queremos que los jugadores hagan para a partir de ahí confeccionar nuestras tareas de entrenamiento.
¿Qué peso tienen los jugadores que tenemos y qué peso nuestra idea? ¿En qué momento debemos adaptarnos?
Existe una gran diferencia. Nosotros en principio vamos a buscar a los jugadores o jugadoras que se adaptan más a nuestra identidad. A partir de ahí y viendo si nuestra identidad se puede acoplar a los jugadores confeccionamos esos principios que queremos que tengan nuestro equipo. Por otro lado estaría otro punto de vista: cada jugador tiene una naturaleza y muchas veces no podemos condicionarlos a que hagan lo que nosotros queremos. A partir de ahí nosotros tenemos que adaptar nuestro modelo de juego a lo que va a pasar en el partido. Y luego está el rival que en ese modelo de juego nos va a hacer adaptarnos de una manera o de otra. Si somos más proactivos o más reactivos.
¿Qué diferencias hay en las diferentes categorías y edades? Por ejemplo, alguien que tenga el nivel 1 y entrene a un alevín, ¿también tiene que tener un modelo de juego?
Yo suelo dar metodología en AFEN y en las primeras clases siempre pregunto lo mismo: ¿cómo quieres que juegue tu equipo? Al principio solo escriben un párrafo y un par de ideas sueltas pero poco a poco vamos desgranando en esquemas más precisos lo que ellos quieren que suceda en cada momento del juego. Al final, independientemente de la categoría en la que juguemos, nosotros como entrenadores tenemos que tener claro cómo queremos que juegue nuestro equipo, que al final va a estar condicionado por muchas cosas, pero tenemos que saberlo. Tenemos que dotar de una forma de ser, de una identidad a nuestro equipo y a partir de ahí trabajar en la semana. Yo siempre les digo que es muy difícil confeccionar tareas de entrenamiento si no sabemos qué queremos que haga nuestro equipo. Por eso al final el marco teórico es tan importante. Escribirme en un folio los 3-4 principios de cada momento y cómo interactúan esos principios con el momento anterior y posterior hace que yo pueda confeccionar tareas que mejoren a mis jugadores en esos principios.
¿Cómo has ido cambiando tú con el paso de los años tu modelo de juego? ¿Y tu identidad?
El modelo de juego es cambiante y se retroalimenta semana a semana porque depende de estados de forma, de los jugadores de los que dispongo… Mi identidad como entrenador ha ido cambiando a lo largo de mi experiencia. En el transcurso de mi carrera he ido creyendo en diferentes cosas y también me he ido adaptando. El año pasado estaba en Segunda B (Adarve) y mi identidad tenía que ser otra a la actualidad en la Primera femenina. Aquí los equipos son más asociativas. En Segunda B, por ejemplo, al final son solo 4 equipos los que juegan así y el resto son directos, con progresiones rápidas y dando mucha importancia a las transiciones. Al final también me tengo que adaptar a dónde estoy.
¿Qué principios inamovibles tienen que tener tus equipos?
En el momento sin balón siempre quiero que mis equipos presionen muy alto, incluso con duelos individuales. En transición defensiva quiero una presión tras pérdida muy agresiva y en transición ofensiva quiero ser muy vertical cuando robo la bola. Esto no tiene que ver con ser directo, sino con ser vertical para jugar en campo contrario, bien porque podamos acabar esa acción o bien para someter al rival en campo contrario.
¿Todo eso se ve en el Madrid CFF?
Yo creo que sí. Nosotros estamos saliendo desde atrás con estructuras muy diferentes: con estructuras de 3, con estructura Lavolpiana, con conducciones… en las transiciones ofensivas nos ha costado mucho que las jugadores comprendieran que había que ser verticales pero con el paso del tiempo lo estamos consiguiendo. La presión tras pérdida es todavía una demanda porque les cuesta activarse sin balón. Presionar en bloque en alto, en cambio, nos lo compraron desde el principio y nos beneficiamos de que la mayor parte de rivales intente salir en corto.
Aunque parezca mentira, son muchos los profesionales del fútbol que no saben cuánto mide un campo de fútbol. Esto es algo a lo que normalmente no prestamos mayor interés, aunque se trata de un conocimiento relevante que deberemos controlar si queremos convertirnos en entrenadores. No en vano, en los exámenes del curso de entrenador nivel 1 esta una pregunta recurrente.
Según las reglas de juego confeccionadas por la FIFA, un campo de fútbol debe de tener las siguientes dimensiones:
-Largo (línea de banda): mínimo 90 metros y máximo 120 metros.
-Ancho (línea de meta): mínimo 45 metros y máximo 90 metros.
Si el partido es internacional, las medidas variarán:
-Largo (línea de banda): mínimo 100 metros y máximo 110 metros.
-Ancho (línea de meta): mínimo 64 metros y máximo 75 metros.
Hay algunas otras medidas que también es conveniente conocer:
-Área de penalti: las dos líneas perpendiculares a la línea de meta se sitúan a 16,5 metros de la parte interior de cada uno de los postes de la portería. A su vez, estas líneas se adentran 16,5 metros en el terreno de juego.
-Punto de penalti: está situado a 11 metros de la línea de meta.
-Área de meta (Área pequeña): las dos líneas perpendiculares a la línea de meta se sitúan a 5,5 metros de la parte interior de cada uno de los postes de la portería. A su vez, estas líneas se adentran 5,5 metros en el terreno de juego.
-Porterías: la altura será de 2,44 metros y la anchura de 7,32. Los postes y el larguero tendrán la misma anchura, como máximo 12 centímetros.
El número cuatro tiene una especial relevancia en muchos ámbitos de la vida. Hay cuatro estaciones meteorológicas (invierno, primavera, verano y otoño), cuatro puntos cardinales (este, oeste, norte y sur) y también cuatro momentos en el fútbol. La forma en la que un equipo se comporte en cada uno de estos cuatro momentos marcará en gran parte su modelo de juego.
El elemento central del fútbol no es otro que el balón y por eso estas cuatro fases están íntimamente relacionadas con él. Tendrás que controlarla todas si quieres convertirte en entrenador de fútbol. Vamos con ellas:
–Cómo se comporta el equipo cuando tiene el balón (o cómo ataca)
Hablamos de todos los momentos del juego en los que el equipo dispone de la posesión del balón. Podemos diferenciar, a su vez, varias fases dentro de este momento ofensivo: iniciación, elaboración o creación y finalización. ¿Cómo queremos que sea nuestro equipo cuando tiene la bola? ¿Queremos que saque en corto e intente superar líneas mediante la asociación y generando superioridades? ¿O preferimos que sea directo para llegar rápido a campo contrario? ¿Queremos que sea un equipo combinativo y paciente o vertical e incisivo? Hay muchas variables que, como entrenadores, deberemos contestar para dotar de identidad a nuestro equipo.
-Cómo se comporta el equipo sin balón (o cómo defiende)
Nos referimos a todos los momentos en los que nuestro equipo no tiene el balón. ¿Queremos presionar en bloque alto o mejor esperar replegados y juntos en campo propio? ¿En qué zonas del campo queremos intensificar la presión para robar? ¿Defenderemos en zona -como habitualmente- u optaremos por marcas al hombre? Quizás prefiramos defender en zona y pasar al hombre en determinadas zonas, como por ejemplo el área. Es importante que todos los conceptos queden claros y en una buena escuela de entrenadores te formarán para ello. En el fútbol moderno una buena defensa es primordial.
-Transición ofensiva (qué hace el equipo cuando roba el balón)
Defendemos para que no nos hagan gol y con el objetivo de poder robar el esférico. Ok, cuando lo robemos, ¿qué haremos? Tal vez queramos ser extremadamente verticales y montar el contragolpe sin siquiera hacer un pase de seguridad. O a lo mejor las características de nuestros jugadores nos hacendecantarnos por asegurar la posesión y comenzar un ataque organizado y paciente. Una gran cantidad de goles vienen después de transiciones, así que la decisión es fundamental.
-Transición defensiva (qué hace el equipo cuando pierde el balón)
Aquí básicamente hay tres opciones: la presión tras pérdida, el repliegue y una combinación de ambas. Cuando presionamos tras pérdida queremos volver a recuperar el balón lo antes posible. Es importante que nuestros jugadores ataquen de una manera determinada para que ya estén bien posicionados para esa presión. El repliegue es retrasar líneas para organizar la defensa en campo propio. Y la tercera alternativa sería presionar la pérdida con uno o varios jugadores, mientras el resto del equipo repliega.
Como entrenadores (ya sea de fútbol base, categoría regional o divisiones superiores) debemos tener muy en cuenta estos cuatro momentos porque marcarán nuestro modelo de juego. Y para ello es aconsejable saber realizar un detallado análisis táctico para saber diferenciar estas fases.
El oficio de entrenador de fútbol se ha profesionalizado mucho durante la última década. Antes era normal ver a diferentes chicos y chicas haciéndose cargo de cualquier equipo sin titulación alguna, pero eso es algo que está dejando de ocurrir.
Los clubes están apostando por entrenadores titulados y, nosotros mismos, si lo que buscamos es que se nos respete y se nos trate como a profesionales (con buenas condiciones y un salario digno), somos los primeros que debemos tratar de formarnos de la manera correcta.
Vamos a resumir los diferentes cursos con los que puedes conseguir el título oficial de entrenador.
Curso EntrenadorNivel 1 (Técnico Deportivo Nivel 1)
Con este título podrás entrenar a cualquier equipo hasta la categoría juvenil nacional. Es decir, con este título podrás entrenar en prácticamente todas las categorías de fútbol base de cualquier club. Equivale a la Licencia UEFA B. Académicamente, este nivel es la primera parte para completar un Grado Medio
Curso Entrenador Nivel 2 (Técnico Deportivo Nivel 2)
Con este título podrás entrenar a cualquier equipo hasta categoría juvenil nacional y sénior preferente. Es decir, para llegar a Juvenil División de Honor tendrás que tener el nivel 3 y en cuanto a la categoría sénior, podrás entrenar hasta la categoría anterior a la Tercera División. Equivale a Licencia UEFA A. Cuando acabes este nivel, habrás completado también el Grado Medio con lo que estarás titulado por la Consejería de Educación como Técnico Deportivo en Fútbol de Grado Medio.
Curso Técnico Deportivo Nivel 3
Para poder cursar este nivel, tienes que tener una experiencia mínima de 6 meses como primer entrenador titulado nivel 2. Con este título podrás entrenar a cualquier equipo, tanto a nivel nacional como internacional. Si te llamasen para ser seleccionador de España y tienes esta titulación, podrías. Equivale a la Licencia UEFA PRO. Es un Grado Superior y permite el acceso a cursar diferentes estudios universitarios.