Artículos didácticos sobre términos y conceptos futbolísticos para ampliar los conocimientos impartidos en los cursos de entrenador de fútbol
Hay quien tiene la creencia errónea de que los mejores entrenadores de un club son los que se encargan de los equipos de más edad -cadete, juvenil, sénior- tan solo porque las exigencias competitivas de esas categorías son mayores. Pero, ¿quiénes son los encargados de formar a esas chicas y chicos para que tengan su nivel actual? ¿Quiénes son los que tratan de dotarles de un conocimiento del juego adecuado para que puedan seguir evolucionando? Los entrenadores de fútbol base. Entrenar a niños no es un asunto menor. Veamos algunos factores que debes tener en cuenta.
Son niños, trátales como a niños
A veces cometemos el error de tratar a los niños como adultos con la intención de que maduren antes. Es un error. No intentes forzar. Adapta tus explicaciones, tu manera de hablar, tu comportamiento y tus ejercicios a su edad. No te esfuerces en darles sesudas explicaciones porque te frustrarás si no las comprenden.
El fútbol es un juego
Nunca debemos olvidarlo. Es un juego en el que uno de los objetivos principales es divertirse, más aún si se trata de niños. Esa hora y media de entrenamiento no debe ser un suplicio de exigencias y gritos para ellos, sino 90 minutos de pura diversión. Se les tiene que hacer corto. Enséñales jugando. ¿Te parece difícil? Lo es, por eso debes formarte para entrenar a niños. No todos están preparados.
¿Ganar o aprender?
He aquí una de las preguntas recurrentes de los entrenadores de fútbol base. Quizá el error sea el planteamiento. Aprender ya es ganar para los niños. Lo esencial es que absorban los conceptos básicos y propios de su etapa de desarrollo. Y sí, en este tipo de categorías (prebenjamín, benjamín, alevín) el resultado ha de ser secundario. Lo importante es que ese niño, cuando suba de categoría, disponga de las herramientas necesarias para poder crecer deportivamente. De nada sirve que sepa hacer una cobertura defensiva si no maneja el control y el pase.
La táctica en los niños
Volvemos a lo de antes. Si tratas de enseñar a un niño de 9 años el tercer hombre, lo más normal es que no lo entienda y tú termines frustrándote. Puedes introducir elementos tácticos con juegos pero nunca debes centrar una sesión en la táctica ni meterle horas y horas de pizarra. Recuerda: que se diviertan como niños que son.
Educar
Tal vez el punto más importante. Cuando entrenas a niños, eres educador además de entrenador. Introduce en tus niños normas de respeto, tolerancia y solidaridad. Antes que un jugador, es una persona y tú tienes la responsabilidad de que crezca también en ese ámbito. ¿En tus entrenamientos hay peleas sin cesar pero luego ganas los partidos? Algo estás haciendo mal.
Los entrenadores más importantes
En algunos clubes los mejores entrenadores son los que se encargan de los grupos de menor edad. El motivo es simple: sin un buen tratamiento de los más pequeños, ese club nunca obtendrá buenos resultados en las categorías que consideramos importantes.
Artículo escrito por: Francis Muñoz Parrado. Entrenador y técnico deportivo superior en fútbol.
Hoy en día, en la mayoría de equipos de fútbol femenino se entrena a las mujeres como si fueran hombres, con pequeñas rebajas de intensidad o de fuerza. Unas veces por falta de medios, otras por falta de conocimientos y la mayoría de las ocasiones porque aún no son profesionales.
Para mí, una mujer debe de entrenar diferente y en determinados momentos incluso más que un hombre, siempre que nos apoyemos en utilizar los ciclos menstruales como elemento a favor y no como una cuestión que va en contra de la deportista y que es la propia naturaleza la que lo dictamina. Tenemos que adaptar el entrenamiento a las necesidades fisiológicas que el género femenino demanda.
Desmenucemos esta idea. Justo después de terminar con la regla, la mujer está en una condiciones increíbles para poder competir, justo antes de que la regla aparezca es todo lo contrario, solo entrenar o aguantar en el campo ya es extraordinario, y todo es debido, evidentemente, a los desajustes hormonales que se producen en su cuerpo.
Si tomamos un ciclo menstrual como referencia genérica, 28 días de duración, desde el inicio, el tercer día aprox., hasta el día 13 0 14, es decir, justo antes de que se produzca la ovulación, el cuerpo de la mujer genera estrógenos, eso les permite poder realizar entrenamientos intensos, trabajar cualidades físicas como la fuerza, la velocidad y poder realizar sesiones de alta intensidad.
Una vez que llega la ovulación y desde ese momento hasta el final del ciclo menstrual, su cuerpo comienza a generar progesterona, eso provoca que aumenta la frecuencia cardíaca, les cuesta más respirar y trabajar a altas intensidades, por lo que es recomendable realizar sesiones más ligadas a la resistencia, espacios amplios, esfuerzos menos intensos. Quizás en este periodo se debe apostar más por sesiones más comedidas en el tiempo de duración y sobre todo en la intensidad.
En definitiva, se trata de adaptar el ciclo menstrual a la competición y a los entrenamientos para que alcancen el mejor rendimiento, como cualquier deportista, pero la diferencia sería respetar esa naturaleza para intentar “utilizarla a favor” y no que se trate o se pueda percibir como un obstáculo, tanto para la propia deportista como para el público en general.
Evidentemente todo esto de lo que estamos hablando está en estudio, ya que existen aspectos como las lesiones, los cambios psicológicos, la alimentación, etc, que influyen de manera clara sobre las jugadoras y que también se deben de integrar dentro de su preparación física y a su vez plasmarlo en las mesociclos y microciclos, y como no, en el mayor grado de concreción de nuestro trabajo, las tareas y como digo, marcado por la influencia clara de su ciclo menstrual.
Es ya habitual, sobre todo en los equipos de élite profesionales, la incorporación de fisiólogos/as, endocrinos/as, ginecólogos/as, a los cuerpo médicos o cuerpos técnicos para poder optimar todas estas variables que existen dentro del fútbol femenino si tomamos el ciclo menstrual como eje vertebrador del rendimiento.
Sobre todo ello se está comenzando a hablar, hasta el punto, de que los equipos que ya cuentan con los medios suficientes para controlar todas estas variables han mejorado considerablemente el rendimiento, llegando incluso, a parecer, que van a otro nivel, sobre todo, cuando compiten con otros equipos que no lo hacen, lo que ha abierto un debate, ya que la diferencia de rendimiento parece hasta insultante en algún caso, y hablo concretamente de F.C. Barcelona femenino y la selección de USA femenina, independientemente de que sus jugadoras tengan un nivel técnico-táctico superior y sean plantillas, de por sí, muy potentes, ya que pueden tener a las mejores jugadoras.
Para aquellos entrenadores, que pueden estar trabajando con chicas, y que evidentemente son amateur quizás les pueda venir bien algunas pautas genéricas:
PAUTAS PARA ENTRENAR LOS DÍAS DEL PERIODO
Si los síntomas derivados de la menstruación lo permiten, practicar deporte a intensidad suave durante esos días puede ayudar a reducir los dolores y mejorar el estado de ánimo gracias a la liberación de endorfinas que induce el ejercicio. Para ello podemos:
Evitar excesos: Aunque el dolor abdominal vaya en descenso, se debe tomar la precaución de entrenar a baja intensidad ya que el cuerpo estará más bajo de fuerza. Un entrenamiento excesivo puede acarrear una mayor necesidad de descanso y varios días sin practicar ejercicio.
Proteger bien la zona: Entrenar con la menstruación puede ser incómodo, por lo que los expertos recomiendan usar ropa adecuada y proteger la zona para evitar molestias.
Mayor hidratación: Ante la pérdida de una media de 35 ml de sangre por periodo es necesario ingerir una mayor cantidad de agua cuando se hace ejercicios para evitar una deshidratación. Antes, durante y después del entrenamiento se debe mantener una buena hidratación, ya sea con agua o bebidas isotónicas que ayudan a recuperar las sales minerales perdidas con el sudor.
Buena alimentación: Se deben evitar los alimentos procesados, los muy grasos y los azúcares refinados, escogiendo por encima de ellos una dieta basada en frutas y verduras de temporada. Debido a la importante pérdida de hierro que se produce con el periodo, un aporte extra de alimentos ricos en este elemento evitará episodios de anemia y desvanecimientos durante los entrenamientos. El asesoramiento de un nutricionista permite elaborar un plan de comidas específico para cada mujer.
A modo de conclusión, algunos equipos comienzan a intentar “trabajar con las hormonas y no a pelearse con ellas”.
Francisco J. Muñoz Parrado
munozparrado@hotmail.com
@Franciscrack
livebyfrancis.wordpress.com
Con Jorge Martín -actual entrenador de la RSD Alcalá y ex del Mirandés o Guadalajara- abordamos una parcela fundamental en el desempeño de cualquier entrenador: la preparación de sesiones de entrenamiento.
¿Qué importancia tiene la confección de las tareas, de los ejercicios del día a día?
Es una importancia muy grande. El realizar buenas tareas es lo que lleva a tener entrenamientos de calidad. La planificación es fundamental. Nosotros por ejemplo planificamos mes a mes, debemos tener todo bien estructurado, todo bien preparado para que cuando llegue el momento de entrar al campo vaya todo rápido y no haya interrupciones. El jugador cuando sale tiene que saber lo que vamos a hacer y el objetivo de la sesión.
¿Qué factores hay que tener en cuenta?
El grupo de jugadores al que va dirigida la sesión, la categoría a la que entrenas, sobre todo tener claro las edades y las calidades de los jugadores, si son equipos homogéneos (si son muy parecidos) o si, como en nuestro caso, pues son ya jugadores semiprofesionales que están capacitados para llevar a cabo las tareas que vamos a planificar.
¿A qué edad empezamos a introducir la táctica?
Nosotros en la RSD Alcalá trabajamos con una metodología de entrenamiento globalizado-estructurado. A través de este método lo que optimizamos de forma simultánea son los factores de ejecución y decisión, donde metemos elementos físicos, técnicos, tácticos y psicológicos, mediante prácticas en contextos similares a los del juego real. A partir del desarrollo de estas tareas ya estamos metiendo un elemento táctico. A mí no me gusta trabajar mucho la táctica en campo, soy más de pizarra y creo que desde edades tempranas los chicos tienen que ir comprendiendo el juego para mejorar a nivel de concepto. A través de esta metodología el jugador mejora poco a poco porque toma decisiones contantemente.
¿Vosotros utilizáis esta misma metodología para todos los grupos de edades?
Es un proyecto que hemos empezado esta temporada y lo que queremos conseguir es que a través de una misma metodología de entrenamiento todos los equipos del club jueguen con el mismo estilo de juego, no con el mismo sistema porque los sistemas al final son herramientas que tenemos los entrenadores, pero sí que por la forma de jugar se vea claro que son equipos de la RSD Alcalá. Desde prebenjamines intentamos que los entrenadores desarrollen esta metodología.
El material también es importante…
Una cosa es lo ideal y otra la realidad. A veces en un club modesto como el nuestro no tenemos tantos medios como pueden tener en uno profesional. Hay que llevar bien preparada la sesión, tener en cuenta el número de jugadores, el material que se va a necesitar, si se puede montar la sesión antes de que los jugadores salgan al campo y si no se puede, ser lo más eficaz posible para que durante la fase de activación se vayan organizando las diferentes zonas de la sesión.
En vuestro caso, ¿cómo os dividís?
Nosotros dividimos la sesión en tres partes. La activación la dirige el preparador físico y suele estar relacionada con la tarea principal. Luego está la tarea principal, una por sesión, que la dirijo yo y luego una vuelta a la calma donde el preparador físico, el segundo entrenador o alguno de los ayudantes ayudan al jugador al enfriarse antes de irse a la ducha. En otros cuerpos técnicos es posible que solo esté el primer entrenador y que tenga que hacerlo todo. Ahí debe adaptarse.
¿Qué opinas de la búsqueda de tareas en internet?
El entrenador no tiene que ir rellenando días en plan “hoy voy a hacer esto porque lo he visto en Internet”. El entrenador tiene que tener claro qué objetivo quiere conseguir en una temporada y a partir de ahí estructuras los sesiones. Nosotros repetimos de manera cíclica las tareas y no dejamos nada al azar. A través de las repeticiones vemos cómo progresa el jugador.
Aunque tal vez has visto en televisión que los técnicos de Primera no están presentes en algunos ejercicios de entrenamiento de sus equipos, no es lo normal en el fútbol base y en las categorías inferiores. Cuando comiences tu carrera como entrenador lo más probable es que tengas que realizar tus propias sesiones de entrenamiento, algo que te ayudará a crecer como profesional además de dotar de una identidad determinada a tu equipo.
¿Qué tienes que tener en cuenta antes de diseñar una sesión de entrenamiento?
A quién va dirigida
No es lo mismo preparar una sesión de entrenamiento para un equipo benjamín que para un juvenil Nacional. Debes tener presente la edad de las chicas o chicos de tu equipo, el nivel que tienen y los objetivos que te han impuesto en el club. Por ejemplo, si tienes un equipo infantil de niños que nunca antes han jugado al fútbol, lo normal es que prepares ejercicios básicos para que aprendan y dejes la competición a un lado. Por el contrario, con un cadete que pelea por ascender de categoría te plantearás otro tipo de sesión.
Material del que dispones
Es un punto importantísimo. ¿Cuántos balones tienes? ¿Tienes conos, petos suficientes para hacer varios equipos, mini porterías, etc.? Tus sesiones irán en consonancia con el material del que dispones. Si estás en un club humilde, deberás estrujar la imaginación para hacer entrenamientos igualmente válidos. Si tienes mucho material entonces sácale todo el partido posible.
Número de jugadores
No diseñes los ejercicios de forma genérica. Ten en cuenta cuántos futbolistas van a asistir a cada entrenamiento y haz que todos estén en continua participación. No olvides tener un plan B por si hay bajas de última hora.
Qué quiero conseguir
En cada sesión de entrenamiento debes tener un objetivo. ¿Quieres que tu equipo mejore su manera de defender? ¿O prefieres que sea más certero a la hora de finalizar? Bien, enfoca los ejercicios a la meta que quieres conseguir y a la manera en la que deseas que juegue tu equipo.
Que no se aburran
Es importante que los jugadores de tu equipo disfruten entrenando. Si para hoy has planeado una sesión muy densa tácticamente, tienes que introducir en los ejercicios elementos que los hagan más atractivos. Por ejemplo, puedes trabajar las basculaciones defensivas en un rey de la pista con premio para el ganador final.
Si no funciona…¡improvisa!
El entrenamiento que tan concienzudamente has preparado quizás no funcione a la hora de la verdad. Los jugadores pueden tener dificultades en la comprensión o ejecución de un determinado ejercicio. En ese momento debes estar listo para improvisar y preparar uno nuevo sobre la marcha que sea útil para el objetivo que te has marcado y en el que los futbolistas se sientan más cómodos.
El secreto está en la práctica
Práctica, práctica y más práctica. Esa es la mejor forma de mejorar en la confección de entrenamientos. No te desesperes si algunos días las sesiones no con como las habías planeado. Lo importante es que sigas intentando mejorar y que seas flexible.
Como has podido comprobar, realizar una sesión de entrenamiento no es sencillo. En nuestras escuelas Afen te enseñaremos técnicas y te aportaremos conocimiento para que tus entrenamientos sean cada vez mejores.
Os presentamos un ejercicio de nuestro alumno Guillermo Prieto para trabajar la presión tras pérdida.
Es un ejercicio para la fase de calentamiento con temática de rondo, con lo cual se trabajan también el control y el pase. En el aspecto defensivo es un buen ejercicio para empezar a introducir en tu equipo la presión tras pérdida.
El orden del fútbol mundial ha mutado y en ese cambio de tendencia el Liverpool de JurgenKlopp tiene una gran cuota de responsabilidad -si no toda-. De los tiempos de la cadencia armónica y limpia del juego de posición del Barcelona de Guardiola, hemos pasado a un sistema de combustión mucho más potente, enérgico, de ida y vuelta, de embestidas y no tanto de caricias. El fútbol de violines se ha convertido en un juego de tambores.
El Liverpool es todo eso y más, pues ha sabido crecer en la totalidad de los registros que componen el espectro futbolístico. A partir de un 1-4-3-3 a primera vista inamovible en ataque y defensa, el conjunto red es capaz de adaptarse a cada plan de partido, a cada circunstancia, a cada fase. Es el equipo más competitivo, más completo y, aunque pueda dar cierto reparo decirlo así sin ambages, es ahora el mejor equipo del mundo. Aquí van algunos de los detalles tácticos más relevantes.
Ataque posicional: el gran salto
En un equipo tan focalizado en las transiciones, encontrar la pausa supone un éxito mayúsculo. El objetivo, si no totalmente cumplido, está muy avanzado.Klopp ha construido mejores ataques posicionales, salidas más ordenadas y limpias y progresiones fluidas. El Liverpool, claro, no renuncia a los envíos largos, normalmente diagonales realizadas con gran precisión merced al gran pie de Van Dijk (qué pedazo de central). Pero es consciente de que ahora, siendo referente mundial, los rivales le van a ofrecer la pelota en muchas ocasiones para replegarse y esperar. Y, aunque ha costado, el conjunto red ya no se siente extraño con el esférico.
Veamos algunas de sus salidas. En la base de la jugada se suelen colocar dos líneas. La más atrasada normalmente formada por 3 (cuando no presionan dos delanteros no es necesario): los centrales y el mediocentro, aunque este puede estar lateralizado. Por detrás de los puntas rivales se colocan los dos interiores, formando una superioridad inicial de 5 vs 2. Estas cifras pueden variar, así como las demarcaciones de los jugadores pero la idea es dar vuelo a los laterales y tener soluciones por dentro.
Roberto Firmino, el delantero más mentiroso del mundo
Si hay un jugador que ha hecho de la mentira su forma de vida en el césped, ese es Roberto Firmino. Reconozco sentirme cautivado por el brasileño, que es capaz de convertirse en uno de los mejores delanteros del planeta sin actuar como tal. Porque Firmino, como vemos en la imagen de arriba, se mueve por toda la extensión del campo. No es que baje a recibir a la zona de tres cuartos, es que en muchas ocasiones se coloca como interior y hasta como mediocentro. Con estos movimientos suma un nuevo apoyo en la medular (con mejor pie que los centrocampistas), confunde a los centrales rivales y crea espacios para los extremos. Hay quien dice que es la pieza más débil del tridente y que en otros contextos su rendimiento disminuye. A veces es complicado realizar este tipo de comparaciones pero en mi opiniónFirmino es el mejor falso nueve -siempre Messi aparte, claro- que existe en la actualidad. Tal vez en Barcelona debieran tenerlo en cuenta.
Defender hacia delante
Otra de las señas de identidad de este equipo. Klopp saca a su línea defensiva lejos del área, lo que conlleva un riesgo evidente y también algunas consignas: Allison tiene que estar concentrado en todo momento porque ejerce de último hombre en muchas transiciones defensivas y la línea de 4 ha de compenetrarse a la perfección para tirar bien el fuera de juego. Pese a todo, al Liverpool le suelen buscar las espaldas, sobre todo de sus laterales, pero ahí entra en escena el poderío en los duelos de Van Dijk.
Esta pretensión de no recular provoca un curioso efecto cuando el equipo rival intenta realizar una contra. Los jugadores que están por detrás del balón realizan un repliegue vigoroso mientras que los defensores van hacia delante. En la imagen de abajo podemos advertir la sensación de jaula: dos rivales rodeados por hasta siete jugadores del Liverpool.
Con la presión empieza -y acaba- todo
La presión frenética propia del gegenpressing es un proceso complejo y diferente en cada equipo. En el Liverpool parece una prioridad focalizar laatención en el poseedor del balón y frenarle en la transición defensiva. Sadio Mané explicaba así en una entrevista en ‘El País’ el modo de presionar del equipo: “No hay un líder. Es un feeling. Algo que aprendes tras dos años de práctica con los mismos compañeros. Acabas por interpretarlo durante los partidos y se parece a coger un ritmo. Depende de cuándo dan los rivales determinado pase y a quién se lo dan. Esa es la señal para todos. Nadie da una voz. Sabemos en qué situaciones presionar y en qué situaciones replegarnos y juntarnos. Se trata de leer al rival. No necesitas que un compañero acuda para ir tras él. Cuando ves que el contrario hace determinado pase, no necesitas mirar atrás. Sabes al 100% que todos tus compañeros se moverán tras de ti. Es el rival el que te da el tempo dependiendo de cómo y con quién juegan la pelota. Esto es un pequeño secreto. Pero puedo decir que el ritmo de nuestros movimientos de pressing lo marca el rival.”
Estas declaraciones esclarecen varios aspectos relevantes. La presión la marca, en gran medida, el rival; siempre hay un movimiento determinado que activa la presión; el modelo está tan interiorizado que prácticamente no hay que incidir en ello; y también se deja entrever la importancia de la fe a la hora de presionar. Creer que puedes robar el balón es el primer paso para robarlo.
Podemos deducir, entonces, que el Liverpool apretará con más fuerza cuando el balón lo tenga uno de los jugadores menos hábiles o bien cuando vaya a una determinada zona del campo. En muchos de sus partidos sí que da la sensación de que una de las zonas predilectas de robo es la banda. En la imagen vemos cómo el Liverpool acumula jugadores y aprisiona al rival.
El mejor contragolpe del mundo
No sería justo definir al Liverpool únicamente como un equipo contragolpeador pero obviar la transición ofensiva como una de sus principales improntas sería faltar a la verdad. El equipo de Klopp tiene, posiblemente, el contraataque más letal del mundo. Sorprende la capacidad de sus jugadores para recorrer muchos metros en un corto espacio de tiempo. A veces el técnico alemán deja descolgado al tridente pero aunque el equipo está replegado llega muy rápido y con muchos jugadores al área contraria.
Todos los jugadores participan en el contragolpe, empezando por el portero. Lo hemos visto varias veces durante la temporada: Allison bloca la bola y en milésimas de segundos ya ha lanzado el contragolpe. Es el Liverpool un equipo temible en esta faceta.
Interacciones laterales-extremos
Indudablemente el conjunto red es rico en matices tácticos. Uno de los aspectos más interesantes es las interacciones que existen entre sus laterales y sus extremos multiplicando la calidad de su ataque. Ocurre en las dos bandas pero más si cabe en la izquierda. A veces Mané -estará disponible para la eliminatoria ante el Atlético- es el que se va dentro para dejarle el carril a Robertson y en ocasiones es al revés (lo vemos en las dos imágenes). Pero no es tan simple: si uno se pega a la línea de cal y fija al lateral, el otro se incrusta en un intervalo de la defensa rival para buscar el desmarque (segunda imagen). Pero también uno de ellos puede arrastra jugadores por dentro para aclarar el costado. El abanico es amplio y el peligro crece sobremanera si tenemos en cuenta la calidad de estos jugadores para el duelo individual. Un uno contra uno es casi sinónimo de victoria.
Repliegue
Siendo verdad que la disposición táctica de partida cuando el equipo no tiene el balón es el 1-4-3-3, el dibujo varía si se ve obligado a replegar. Cuando está muy cerca de su área y necesita la colaboración activa de sus dos extremos el Liverpool cierra en1-4-5-1, una clásica evolución defensiva del 1-4-3-3.
No es lo habitual pero en alguna ocasión hemos visto al Liverpool defendiendo en un claro 1-4-4-2. Por ejemplo en este partido ante el Wolverhampton posiblemente sería para proteger mejor los flancos por el sistema de carrileros profundos del rival.
Balón parado
Aunque no se suele hacer hincapié en esto, el Liverpool también saca rédito de las acciones a balón parado. Se ha demostrado en varios momentos de esta temporada que defender en zona sin marcaje especial a Van Dijk no es una buena idea.
El entrenador del Madrid CFF de la Primera Iberdrola y profesor de AFEN diferencia entre el modelo de juego y la identidad de un entrenador.
¿Qué es el modelo de juego?
Nace de un marco teórico en el que debemos exponer cómo queremos que juegue nuestro equipo. Es un concepto que viene de la escuela portuguesa de la periodización táctica de Vítor Frade. Esta escuela se hizo famosa con los éxitos de José Mourinho aunque ya llevaba vigente desde 1980 aproximadamente. Él pone nombre a este concepto que al final nos permite explicarnos cuál es nuestra idea de juego como entrenadores.
¿Cómo llegamos a identificar lo que queramos?
Hay que diferenciar varios conceptos. Por un lado nuestro modelo de juego va a depender de varios factores: de los jugadores que tenemos, de los objetivos del club, del país en el que estamos… ese modelo va a ser cambiante porque va a depender también de los resultados, de los jugadores que tengo disponibles, etc. Y por otro lado está la identidad que tenemos nosotros como entrenadores y aunque se asemeja al modelo de juego, es algo menos cambiante porque no depende de tantos factores. Esa identidad nos va acompañar a todos los clubes en los que estemos. Y ahí podemos tener más claro qué queremos hacer: si ser más asociativo, si ser más directo…Todo eso tiene que partir de un marco teórico. Tenemos que poner un papel todos los conceptos que queremos que los jugadores hagan para a partir de ahí confeccionar nuestras tareas de entrenamiento.
¿Qué peso tienen los jugadores que tenemos y qué peso nuestra idea? ¿En qué momento debemos adaptarnos?
Existe una gran diferencia. Nosotros en principio vamos a buscar a los jugadores o jugadoras que se adaptan más a nuestra identidad. A partir de ahí y viendo si nuestra identidad se puede acoplar a los jugadores confeccionamos esos principios que queremos que tengan nuestro equipo. Por otro lado estaría otro punto de vista: cada jugador tiene una naturaleza y muchas veces no podemos condicionarlos a que hagan lo que nosotros queremos. A partir de ahí nosotros tenemos que adaptar nuestro modelo de juego a lo que va a pasar en el partido. Y luego está el rival que en ese modelo de juego nos va a hacer adaptarnos de una manera o de otra. Si somos más proactivos o más reactivos.
¿Qué diferencias hay en las diferentes categorías y edades? Por ejemplo, alguien que tenga el nivel 1 y entrene a un alevín, ¿también tiene que tener un modelo de juego?
Yo suelo dar metodología en AFEN y en las primeras clases siempre pregunto lo mismo: ¿cómo quieres que juegue tu equipo? Al principio solo escriben un párrafo y un par de ideas sueltas pero poco a poco vamos desgranando en esquemas más precisos lo que ellos quieren que suceda en cada momento del juego. Al final, independientemente de la categoría en la que juguemos, nosotros como entrenadores tenemos que tener claro cómo queremos que juegue nuestro equipo, que al final va a estar condicionado por muchas cosas, pero tenemos que saberlo. Tenemos que dotar de una forma de ser, de una identidad a nuestro equipo y a partir de ahí trabajar en la semana. Yo siempre les digo que es muy difícil confeccionar tareas de entrenamiento si no sabemos qué queremos que haga nuestro equipo. Por eso al final el marco teórico es tan importante. Escribirme en un folio los 3-4 principios de cada momento y cómo interactúan esos principios con el momento anterior y posterior hace que yo pueda confeccionar tareas que mejoren a mis jugadores en esos principios.
¿Cómo has ido cambiando tú con el paso de los años tu modelo de juego? ¿Y tu identidad?
El modelo de juego es cambiante y se retroalimenta semana a semana porque depende de estados de forma, de los jugadores de los que dispongo… Mi identidad como entrenador ha ido cambiando a lo largo de mi experiencia. En el transcurso de mi carrera he ido creyendo en diferentes cosas y también me he ido adaptando. El año pasado estaba en Segunda B (Adarve) y mi identidad tenía que ser otra a la actualidad en la Primera femenina. Aquí los equipos son más asociativas. En Segunda B, por ejemplo, al final son solo 4 equipos los que juegan así y el resto son directos, con progresiones rápidas y dando mucha importancia a las transiciones. Al final también me tengo que adaptar a dónde estoy.
¿Qué principios inamovibles tienen que tener tus equipos?
En el momento sin balón siempre quiero que mis equipos presionen muy alto, incluso con duelos individuales. En transición defensiva quiero una presión tras pérdida muy agresiva y en transición ofensiva quiero ser muy vertical cuando robo la bola. Esto no tiene que ver con ser directo, sino con ser vertical para jugar en campo contrario, bien porque podamos acabar esa acción o bien para someter al rival en campo contrario.
¿Todo eso se ve en el Madrid CFF?
Yo creo que sí. Nosotros estamos saliendo desde atrás con estructuras muy diferentes: con estructuras de 3, con estructura Lavolpiana, con conducciones… en las transiciones ofensivas nos ha costado mucho que las jugadores comprendieran que había que ser verticales pero con el paso del tiempo lo estamos consiguiendo. La presión tras pérdida es todavía una demanda porque les cuesta activarse sin balón. Presionar en bloque en alto, en cambio, nos lo compraron desde el principio y nos beneficiamos de que la mayor parte de rivales intente salir en corto.
Aunque parezca mentira, son muchos los profesionales del fútbol que no saben cuánto mide un campo de fútbol. Esto es algo a lo que normalmente no prestamos mayor interés, aunque se trata de un conocimiento relevante que deberemos controlar si queremos convertirnos en entrenadores. No en vano, en los exámenes del curso de entrenador nivel 1 esta una pregunta recurrente.
Según las reglas de juego confeccionadas por la FIFA, un campo de fútbol debe de tener las siguientes dimensiones:
-Largo (línea de banda): mínimo 90 metros y máximo 120 metros.
-Ancho (línea de meta): mínimo 45 metros y máximo 90 metros.
Si el partido es internacional, las medidas variarán:
-Largo (línea de banda): mínimo 100 metros y máximo 110 metros.
-Ancho (línea de meta): mínimo 64 metros y máximo 75 metros.
Hay algunas otras medidas que también es conveniente conocer:
-Área de penalti: las dos líneas perpendiculares a la línea de meta se sitúan a 16,5 metros de la parte interior de cada uno de los postes de la portería. A su vez, estas líneas se adentran 16,5 metros en el terreno de juego.
-Punto de penalti: está situado a 11 metros de la línea de meta.
-Área de meta (Área pequeña): las dos líneas perpendiculares a la línea de meta se sitúan a 5,5 metros de la parte interior de cada uno de los postes de la portería. A su vez, estas líneas se adentran 5,5 metros en el terreno de juego.
-Porterías: la altura será de 2,44 metros y la anchura de 7,32. Los postes y el larguero tendrán la misma anchura, como máximo 12 centímetros.
El número cuatro tiene una especial relevancia en muchos ámbitos de la vida. Hay cuatro estaciones meteorológicas (invierno, primavera, verano y otoño), cuatro puntos cardinales (este, oeste, norte y sur) y también cuatro momentos en el fútbol. La forma en la que un equipo se comporte en cada uno de estos cuatro momentos marcará en gran parte su modelo de juego.
El elemento central del fútbol no es otro que el balón y por eso estas cuatro fases están íntimamente relacionadas con él. Tendrás que controlarla todas si quieres convertirte en entrenador de fútbol. Vamos con ellas:
–Cómo se comporta el equipo cuando tiene el balón (o cómo ataca)
Hablamos de todos los momentos del juego en los que el equipo dispone de la posesión del balón. Podemos diferenciar, a su vez, varias fases dentro de este momento ofensivo: iniciación, elaboración o creación y finalización. ¿Cómo queremos que sea nuestro equipo cuando tiene la bola? ¿Queremos que saque en corto e intente superar líneas mediante la asociación y generando superioridades? ¿O preferimos que sea directo para llegar rápido a campo contrario? ¿Queremos que sea un equipo combinativo y paciente o vertical e incisivo? Hay muchas variables que, como entrenadores, deberemos contestar para dotar de identidad a nuestro equipo.
-Cómo se comporta el equipo sin balón (o cómo defiende)
Nos referimos a todos los momentos en los que nuestro equipo no tiene el balón. ¿Queremos presionar en bloque alto o mejor esperar replegados y juntos en campo propio? ¿En qué zonas del campo queremos intensificar la presión para robar? ¿Defenderemos en zona -como habitualmente- u optaremos por marcas al hombre? Quizás prefiramos defender en zona y pasar al hombre en determinadas zonas, como por ejemplo el área. Es importante que todos los conceptos queden claros y en una buena escuela de entrenadores te formarán para ello. En el fútbol moderno una buena defensa es primordial.
-Transición ofensiva (qué hace el equipo cuando roba el balón)
Defendemos para que no nos hagan gol y con el objetivo de poder robar el esférico. Ok, cuando lo robemos, ¿qué haremos? Tal vez queramos ser extremadamente verticales y montar el contragolpe sin siquiera hacer un pase de seguridad. O a lo mejor las características de nuestros jugadores nos hacendecantarnos por asegurar la posesión y comenzar un ataque organizado y paciente. Una gran cantidad de goles vienen después de transiciones, así que la decisión es fundamental.
-Transición defensiva (qué hace el equipo cuando pierde el balón)
Aquí básicamente hay tres opciones: la presión tras pérdida, el repliegue y una combinación de ambas. Cuando presionamos tras pérdida queremos volver a recuperar el balón lo antes posible. Es importante que nuestros jugadores ataquen de una manera determinada para que ya estén bien posicionados para esa presión. El repliegue es retrasar líneas para organizar la defensa en campo propio. Y la tercera alternativa sería presionar la pérdida con uno o varios jugadores, mientras el resto del equipo repliega.
Como entrenadores (ya sea de fútbol base, categoría regional o divisiones superiores) debemos tener muy en cuenta estos cuatro momentos porque marcarán nuestro modelo de juego. Y para ello es aconsejable saber realizar un detallado análisis táctico para saber diferenciar estas fases.